Llenos de vida, atados a nuestros sueños.
Frente a frente, juntos, abiertos.
Con el alma transparente, el corazón palpitante, sincero y sin miedo vuela junto al tuyo mientras nuestras voces se funden con el silencio...
Deseando una vida, soñando con la nuestra, jugando con nuestro futuro, cambiando el tiempo...
Cálido y sincero, parece que vuelves a ser el ente que me protege en cada una de mis noches.
Recostada sobre ti, me despierta mi instinto, ¿por qué no comerte si ahora serias mio? Pero mi instinto no quiere moverse, está demasiado a gusto así, contigo, porque te adora, te quiere muchísimo, porque en ti siempre encontró el cariño tantas veces necesitado. Por ello siempre tienes y tendrás todo mi cariño a tu disposición, como agradecimiento por llenar mi vida de razón, de claridad, de sonrisas y de sueños, muchos sueños...
Dentro de mi conseguiste que convivieran tanto un caos como un cosmos y, día a día, he ido creciendo y cada vez me doy más cuenta de lo mucho que me has importado desde que te conocí, de lo importante que has sido y eres para mi. Gracias por estar siempre ahí.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario