dulces sueños despierta

Desperté al sentir algo suave y cortante en mi piel, como lisos y suaves cabellos que me cortaban como cuchillas cada vez que trataba de moverme. Comencé a sentirme más que observada, normal. Abrí los parpados, pestañeé unas cuantas veces para dejar de ver borroso, y me quedé casi sin respiración. Habían millares de ojos atentos a mis movimientos. Me sentí muy incomoda con tantas miradas pendientes de mi. Traté de moverme, pero esos cabellos eran tan afilados uqe me hacian demasiado daño. Me sentía atrapada, y arropada a la vez, eran tan suaves si me quedaba quieta...
No veía a nadie cerca escepto a todas esas miradas atónitas. Les hablé, les pregunté por la gente, por el mundo, por todo lo que se me pasó por la mente, pero solo me miraban... Después de muchas llamadas y preguntas sin respuesta, comencé a marearme entre los cortes que estremecian todo mi cuerpo y todas las miradas que no dejaba de observar. Así que cerré los ojos y abandoné mi cuerpo.
Era lo mejor que podía hacer, en ese momento solo me servían para sentir dolor y confusión, los dejé atrás...
Al paracer más tarde aparecí en un lugar diferente, olía a azufre y a alcohol, realmente desagrdable. Se escuchaba el carraspeteo característico del fuego y, de fondo, gritos de mujeres que me estremecieron hasta el fondo del alma. Creo que me alegré de no ver donde estaba, no quería ni imaginar que sitio tan horrible podria ser ese. Quería irme de ahí, quería dejar de escuchar esos gritos, quería dejar de oler esa pesadilla... Pero no me dió tiempo a abandonarlos, me cogieron a mi también. Por suerte no sentía nada, menos mal que abandoné mi piel, pero el echo de no ver nada, me hacia sentir algo de miedo aunque, si hubiera mirado, seguramente estaría aterrorizada. Escuché constantemente el horrible fondo de gritos, y deseaba con todo mi ser que se acabara pronto. Y acabó, después de escuchar una puerta cerrandose cesaron los ruidos, lo agradecí mucho. Me acercaron algo, olía francamente bien, así que no dudé en probarlo. Era una especie de caramelo pero, sin duda, era lo más dulce que jamás había probado. Ese sabor dejaba a todos mis dulces favoritos a la altura del inframundo. Un sabor suave, potente, cremoso, explosivo, dulce, muy muy dulce...
Por ello finalmente desperté con un dulce sabor de boca, y me relamí durante todo el día.


...:Netinha:...