domingo, 8 de noviembre de 2009

estribillos de mi subconsciente (night one)

Me desperté soñando pesadillas, con un fuerte olor a dulce y carbón, escuché arder a los jovenes risueños, cada palabra era un grito de dolor, y entre tanto fuego, odio y vacío, decidí quedarme quieta en mi habitación. Me imaginé el mundo como un cenicero, y cada gota de agua era ahora de alcohol, todo prendia, quemaba, y se desvanecía, ojalá ese mundo no salga de mi interior.


Como una fiera ella me despertaba, entre arañazos y mordiscos de pasión, como un demonio ella me condenaba, a cada noche destruirme el corazón. Esa mujer la piedad no conocía, me dejaba sin respiración, no me importaba si mi corazón sufría, porque ella fue mi primer y único amor.


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